Almacenar los productos fitosanitarios sellados en su envase original, tapados y con sus etiquetas en buenas condiciones.
Asegurar una bodega fresca, seca, segura, bien ventilada y en un área restringida para éste tipo de productos, separado de alimentos para el ganado, semillas y otros vegetales.
Proteger del calor y del fuego.
Señalizar la bodega.
Permitir únicamente el ingreso de personal autorizado. No permitir el ingreso de niños y personas no responsables.
No reenvasar productos.
Mantener el orden, según las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
Estanterías: deben ser metálicas o cubiertas con material no poroso y lavable, resistente al peso a soportar.
Pisos: Deben ser construidos de concreto afinado o con baldosas, para facilitar la limpieza en caso de derrames o pérdidas.
Iluminación: con instalación eléctrica de acuerdo con las normas.
Extintores: de polvo químico seco o espuma, a la entrada de la bodega.
Señalética: letreros de advertencia como, no fumar, no consumir alimentos, materiales inflamables y otros.
Lavamanos: para limpieza oportuna de quienes manipulan productos en las bodegas.
Hojas de seguridad: mantener para todos los productos almacenados.
Mantener un carro con materiales de absorción (arena u otro), pala y escobillones para actuar en caso de una emergencia por derrames.